El propietario y director artístico de Thameen, se crió con una fina fragancia. Cuando era niño, con frecuencia lo llevaban a visitar muchos mercados internacionales de fragancias patrocinados por su padre, un apasionado devoto de los perfumes cuya inclinación por la mejor mezcla de la rosa Taif era tan legendaria que su colección podía seguirse por las calles de su ciudad natal. La calidad era el mantra de su padre y era meticuloso en la selección de sus ingredientes, sus "joyas preciosas", y viajaba con su hijo a famosos mercados de fragancias en el extranjero, solo para asegurarse de que los suyos fueran los mejores y más preciados aceites en el mundo.
Los recuerdos del propietario y la fuerte conexión emocional con el aroma nunca se desvanecieron y finalmente lo llamaron a esta nueva aventura, ¡o tal vez lo realinearon con una antigua! Su determinación fue crear una colección contemporánea de aromas que combinaran la opulencia oriental con el refinamiento occidental.