CICLAMEN
El ciclamen (Cyclamen persicum) también conocido como violeta persa, es una planta perenne perteneciente a la familia de las primuláceas, es originaria de la región del Mediterráneo oriental.
En perfumería, existen muchas variaciones de ciclamen sintetizado que se utilizan para crear perfiles olfativos específicos. Éstas incluyen:
Aldehído de ciclamen para un aroma fresco y floral.
Metil ciclamen aldehído para un aroma más intenso, especiado y dulce.
Alcohol de ciclamen para un aroma floral más suave y completo.
Alcohol de metil ciclamen para un aroma cálido, amaderado y ligeramente especiado.
El ciclamen se utiliza normalmente como nota alta o media en el desarrollo de perfumes para crear una fragancia fresca, floral y, a veces, especiada. Su finalidad es realzar el aroma y equilibrar el aroma del perfume introduciendo un elemento ligero, brillante y dulce.
El ciclamen se incorpora a menudo en ramos florales en perfumería. Su fragancia aporta un aura suave y romántica a las composiciones florales, aportando profundidad y complejidad. El ciclamen se combina armoniosamente con otras flores como la rosa, el jazmín, la violeta y el lirio de los valles.
También se utiliza para crear acordes específicos o combinaciones de aromas. Por ejemplo, se puede combinar con notas verdes, como hojas de violeta o gálbano, para crear un acorde fresco y vibrante. El ciclamen también puede contribuir a los acordes atalcados o almizclados, añadiendo un toque suave y aterciopelado a la fragancia general.
Debido a su naturaleza ligera y etérea, el ciclamen se adapta bien a creaciones de fragancias femeninas, elegantes y románticas. Se puede encontrar en varias categorías de perfumes, incluidas composiciones florales, florales afrutadas y chipres.
El ciclamen se utiliza a veces en perfumes destinados a capturar la esencia de la primavera o evocar una sensación de alegría y optimismo. Ya sea que se use como nota independiente o como parte de un ramo floral, el ciclamen aporta un toque de fantasía y sofisticación a los perfumes.