El aroma de la miel combina maravillosamente bien con todas las familias olfativas. Según el origen y la diversidad de la miel (miel de Provenza, acacia, miel blanca o de montaña, etc.), las facetas que ofrece son ligeramente diferentes. Algunos son más verdes, otros más dulces, por eso la nota de miel puede integrar muchos sabores. 

La miel aporta dulzura a las fragancias florales y un toque más “animal” a las fragancias orientales. Las notas de la miel son cálidas, dulces, afrutadas, nutritivas y soleadas. La miel también proporciona fragancias herbáceas, gourmet o similares al tabaco. 

Siempre generosa, la miel sabe ofrecer sus notas tenaces y naturales a las composiciones.