MORA
La mora, una fruta deliciosa del género Rubus, originaria de las regiones templadas del norte, particularmente abundantes en América del Norte y Europa; ha sido celebrada durante mucho tiempo por su dulzura rica y confitada con un toque de acidez.
En el mundo de la perfumería, la nota de mora sirve como puente entre los reinos frutal y floral, ofreciendo un perfil multifacético que tiene el poder de dar forma a la narrativa de una fragancia.
La nota de mora se recrea en el laboratorio utilizando compuestos sintéticos. Estos compuestos se seleccionan y ensamblan para imitar el aroma natural de la mora. Para conseguir la nota de mora de forma natural, los aceites esenciales se suelen tomar del fruto, de las hojas o incluso de las flores de la planta.
Las moras pertenecen a la familia olfativa frutal. A menudo se describe como de aroma suave, dulce y ligeramente ácido, con matices terrosos y amaderados. En un perfume, puede agregar una nota jugosa y afrutada que puede usarse para suavizar aromas más intensos o agregar un toque de interés a una fragancia más ligera.
La mora combina bien con una variedad de otras notas. Se puede combinar con otras frutas como la manzana o la frambuesa para crear una fragancia afrutada y vibrante. También se puede combinar con notas florales como rosa o jazmín para aportar un toque de dulzura. Para obtener un acorde más complejo, la mora se puede combinar con notas de sándalo o vainilla para agregar profundidad y calidez.
La nota de mora en perfumería es un elemento único, convincente y, a veces, esquivo que añade profundidad y carácter a una fragancia.